Me parece super positivo. Muy bueno.
La única reflexión que aporto es evitar generalizaciones que a largo plazo puedan ser contraproducentes para las familias. Me refiero a los casos en los que la evolución de la persona con parálisis cerebral se vea afectada de otras complicaciones como retraso o afectación cognitiva relevante. En un primer momento, se puede desconocer la evolución y apostar por competencias normalizadas, pero mantener ese esquema de expectativas positivas elevadas tras cierto tiempo razonable de trabajo sólido, puede ser un listón dificil de superar por estas familias y por su entorno.
Son casuísticas muy concretas y poco frecuentes, pero a veces se dan y los profesionales deben estar muy atentos y no promover iniciativas que sobrealimenten expectativas demasiado positivas, ya que en este caso concreto, el daño menor, se puede llegar a convertir en un daño mucho mayor de la propiada realidad de la discapacidad grave. Si no ayudamos a llevar esa situación de forma compensada, las familias pueden llegar a romperse por soportar una carga doblemente pesada.
Por este motivo, a veces en casos muy concretos debemos estar muy atentos y anteponer a las personas y su realidad, por encima del método y su filosofía de base, acertada para la mayoría de los casos, aunque dura e imnecesaria para casos puntuales y aislados, muy concretos.
